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Imparable. Es como se podría describir el estado de forma de Carolina Marín en este tramo final de año. Y es que la volantista onubense sigue cosechando éxitos allá por donde va. En el Abierto de China, uno de los tres Super 1000 que le quedaban, la mejor Marín ha mostrado al mundo de lo que es capaz tras vencer, consecutivamente, el Mundial, el abierto de Japón y ahora el de China.
En la final ante Chen Yufei, promesa del bádminton chino, Carolina Marín fue capaz de remontar unos escenarios adversos tanto en el primer set como en el segundo, donde llegó a colocarse por debajo en el marcador por 12-5 en la primera manga y 13-9 en la segunda. Lejos de precipitarse y abandonar, Marín mantuvo la intensidad en todo momento rehaciéndose para llevarse ambos parciales con marcador final de 21-18 y 21-13 y haciéndose con el torneo asiático.
Carolina Marín no tiene límites y así lo atesora su palmarés que cuenta con un oro olímpico, tres oros mundiales, cuatro continentales, un All England y, ahora, un China Open. La próxima cita será el Indonesia Open que se presenta como la última batalla en el camino que, junto con el World Tour Finals, es el título que le resta para conseguir el pleno a los que un jugador de bádminton puede aspirar.
